El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong (Fuente: VNA)
Hanoi, (VNA)- En ocasión del 131 aniversario del natalicio del Presidente Ho Chi Minh
(19 de mayo) y las próximas elecciones legislativas (23 de mayo), el secretario
general del Partido Comunista de Vietnam (PCV), Nguyen Phu Trong, escribió un
artículo titulado “Algunas cuestiones teóricas y prácticas sobre el socialismo
y el camino hacia el socialismo en Vietnam”.
A continuación, la
Agencia Vietnamita de Noticias les presenta a los lectores extractos de este texto.
Anteriormente,
cuando existían la Unión Soviética y el sistema de países socialistas en el
mundo, el camino hacia el socialismo en Vietnam parecía ser indiscutible. Pero
desde que ese sistema en la Unión Soviética y muchos países de Europa del Este
colapsó y la revolución mundial cayó en declive, el tema se planteó nuevamente.
Reconocemos que el
capitalismo nunca ha sido tan global como lo es hoy y también ha alcanzado grandes
logros. Sin embargo, ese sistema todavía no puede resolver sus contradicciones
fundamentales inherentes.
Las crisis en curso
han demostrado una vez más su insostenibilidad económica, social y ecológica.
Según muchos analistas, las crisis actuales no se pueden resolver a fondo en el
marco del régimen capitalista.
Los movimientos de
protesta social en muchos países desarrollados en los últimos años han revelado
la verdad sobre la naturaleza de las instituciones políticas capitalistas. En
los países capitalistas desarrollados, las llamadas elecciones
"libres" y "democráticas", aunque pueden cambiar el
gobierno, no pueden cambiar las fuerzas dominantes.
Necesitamos una
sociedad en la que el desarrollo sea verdaderamente para el ser humano.
Necesitamos que el desarrollo económico vaya de la mano del progreso y la
justicia social. Necesitamos una sociedad de compasión, solidaridad, asistencia
mutua, hacia valores progresistas y humanos. Necesitamos un desarrollo
sostenible, en armonía con la naturaleza, para garantizar un entorno de vida
saludable para las generaciones actuales y futuras. Y necesitamos un sistema
político donde el poder sea verdaderamente del pueblo, por el pueblo y sirva a los
intereses del pueblo.
La independencia
nacional asociada con el socialismo es el lineamiento básico y transversal de
la revolución vietnamita y también es el punto clave en el legado ideológico
del Presidente Ho Chi Minh.
Durante los años
del proceso de Renovación (Doi moi), el Partido Comunista de Vietnam se volvió
cada vez más profundamente consciente del socialismo y del período de
transición al socialismo para, paso a paso, complementar algunos conceptos.
Hasta ahora, aunque
todavía hay algunos temas que necesitan más investigación, nos hemos formado
una percepción general: la sociedad socialista que Vietnam se esfuerza por
construir es la de un pueblo rico y un país fuerte, democrático, justo y
civilizado. Es una sociedad que pertenece al pueblo y cuenta con una economía
altamente desarrollada, basada en fuerzas productivas modernas y las relaciones
de producción progresivas apropiadas, y una cultura avanzada imbuida de
identidad nacional. Se trata también de una sociedad donde las personas tienen
una vida próspera, libre y feliz, así como las condiciones para su desarrollo
integral; los grupos étnicos de la comunidad vietnamita son iguales, están unidos,
se respetan y se ayudan mutuamente para desarrollarse; y hay un Estado de derecho
socialista del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, dirigido por el Partido
Comunista y que mantiene relaciones de amistad y cooperación con países de todo
el mundo.
Para lograr ese
objetivo, debemos acelerar la industrialización y modernización del país en
asociación con el desarrollo de la economía del conocimiento; promover una
economía de mercado con orientación socialista; desarrollar una cultura
avanzada imbuida de identidad nacional, impulsar el desarrollo humano, mejorar
la vida de las personas, y lograr el progreso social y la justicia. Se debe
también garantizar con firmeza la defensa y seguridad nacionales, el orden
social; implementar la política exterior de independencia, autodeterminación,
multilateralización y diversificación de las relaciones, paz, amistad,
cooperación y desarrollo, e integración internacional proactiva y activa. Es
importante construir la democracia socialista, poner en alto la voluntad y la
fuerza de la unidad nacional combinada con la de la época; construir un Estado
de derecho socialista del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y fortalecer
un Partido y un sistema político transparente y fuerte.
Una característica
básica, un atributo importante de la orientación socialista en la economía de
mercado en Vietnam, es asociar la economía con la sociedad, unificar la
política económica con la social, impulsar el avance económico junto con la
realización del progreso social y la justicia en cada paso, cada política y durante
todo el proceso de desarrollo.
En el sistema
político socialista, la relación entre el Partido, el Estado y el pueblo es el
vínculo entre los sujetos que coinciden en objetivos e intereses, y todos los lineamientos
del Partido, las políticas, leyes y actividades del Estado son por el beneficio
del pueblo, tomando la felicidad del pueblo como la meta de su lucha. El modelo
político y el mecanismo general de funcionamiento son el liderazgo del Partido,
la gestión del Estado y que el derecho del pueblo a ser el dueño del país.
La democracia es la
esencia del socialismo, tanto el objetivo como el motor de la construcción del
socialismo. Construir la democracia socialista y asegurar que el poder
realmente pertenezca al pueblo es una tarea importante y a largo plazo de la
revolución vietnamita. Abogamos por la promoción incesante de la democracia, la
construcción de un Estado de derecho verdaderamente socialista del pueblo, por
el pueblo y para el pueblo, sobre la base de una alianza de trabajadores, campesinos
e intelectuales dirigida por el PCV.
Estamos conscientes
de que el Estado de derecho socialista en esencia es diferente del Estado de
derecho burgués, pues el Estado de derecho bajo el régimen capitalista es
esencialmente una herramienta para proteger y servir a los intereses de la
burguesía, mientras que el Estado de derecho bajo el sistema socialista es una
herramienta para expresar y ejercer el derecho del pueblo a ser el dueño del
país, asegurando y protegiendo los intereses de la mayoría de los pobladores.
Al mismo tiempo, determinamos que la gran unidad nacional es una fuente de fuerza
y un factor decisivo para garantizar la victoria sostenible de la causa
revolucionaria en Vietnam, así como para promover constantemente la igualdad y
la solidaridad entre las naciones y religiones.
Profundamente conscientes
de que el liderazgo del Partido Comunista es el factor decisivo para el éxito
del proceso de Renovación y el desarrollo del país según la orientación
socialista, prestamos especial atención a la construcción y rectificación del
Partido, al considerarla una tarea clave de vital importancia para el Partido y
el sistema socialista. Nuestro Partido persiste en el marxismo-leninismo y el
pensamiento de Ho Chi Minh como fundamento ideológico y guía para las acciones
revolucionarias, tomando el centralismo democrático como el principio
organizador básico. El Partido lidera mediante su plataforma, estrategias,
orientaciones de políticas y grandes lineamientos. Al ser consciente que los
riesgos para el partido gobernante son la corrupción, burocracia y degradación,
entre otros, especialmente en las condiciones de la economía de mercado, el PCV
ha exigido renovarse y autorregularse frecuentemente, y luchar contra el
oportunismo, el individualismo, la corrupción, burocracia, despilfarro y degradación
moral entre las filas partidistas y en todo el sistema político.
El proceso de
Renovación, incluido el desarrollo de una economía de mercado con orientación
socialista, realmente ha generado grandes cambios para el país durante los
últimos 35 años.
A la par de los
logros, también tenemos muchas deficiencias y limitaciones y estamos
enfrentando nuevos desafíos en el proceso de desarrollo nacional.
Nuestro Partido es
consciente de que el país se encuentra actualmente en proceso de construcción y
transición al socialismo. Además de los resultados positivos y exitosos,
siempre habrá aspectos negativos y desafiantes. Es una lucha muy dura y ardua,
que requiere una nueva visión, una nueva valentía y una nueva creatividad.
Avanzar según la orientación socialista es un proceso de consolidación,
fortalecimiento y promoción constante de los factores socialistas para que estos
dominen y ganen terreno. El éxito o el fracaso dependen, en primer lugar, de la
certeza de los lineamientos del Partido, su temperamento político y su capacidad
de liderazgo y combatividad.
Tanto la teoría
como la práctica muestran que la construcción del socialismo es establecer un
tipo de sociedad cualitativamente nueva, que no es en absoluto simple ni fácil.
Esta es una gran carrera de creatividad, llena de desafíos y dificultades. Por
lo tanto, además de determinar las pautas y direcciones correctas, asegurando
el papel de liderazgo del Partido, es necesario promover con fuerza el rol de
creatividad, apoyo y participación activa de la población. La fuerza del pueblo
es la raíz profunda de la victoria y el desarrollo.
Por otro lado, el
Partido dirigente y gobernante, al determinar la dirección política y adoptar
decisiones, no solo puede basarse en la realidad del país y de su gente, sino
que también tiene que estudiar y asimilar experiencias de las realidades del
mundo y de la época. Debemos integrarnos de manera proactiva y activa en el
mundo, y llevar a cabo una política exterior de independencia, determinación,
paz, cooperación y desarrollo, y multilateralización y diversificación de las
relaciones internacionales, sobre la base del respeto mutuo, independencia,
soberanía, integridad territorial, no injerencia en los asuntos internos de los
demás, igualdad y beneficio mutuo.
Y es muy importante
mantenerse siempre persistente y firme sobre la base teórica del
marxismo-leninismo. La revolución científica y radical del marxismo-leninismo y
el pensamiento de Ho Chi Minh son valores sostenibles que han sido perseguidos
e implementados por los revolucionarios. Continuarán desarrollándose y
preservando su valor en la práctica revolucionaria, así como en el desarrollo
de la ciencia.
Necesitamos absorber y complementar de manera selectiva y con
espíritu de crítica y creatividad los últimos logros en términos del
pensamiento y la ciencia para que nuestras doctrinas y teorías estén siempre actualizadas
con nuevos bríos y alientos de la época y no caer en la esclerosis,
estancamiento y atraso en comparación con la vida./.